Después de un año sin presentación, uno de los festivales más grandes del mundo, Creamfields, regresó junto a más de 30.000 espectadores en Daresbury, Cheshire durante 4 días. Para el ingreso, los espectadores tuvieron que presentar su prueba negativa contra el Covid-19 previo al ingreso o con un certificado de vacunación completo.
Y no es para menos el éxito que tuvo pues contó con un Line Up completo y pocas veces visto dentro de la escena electrónica fuera de los tradicionales Tomorrowland o Ultra Music. Artista de la talla mundial como The Chemicals Brothers, Kölsch, Nina Kraviz, Amelie Lens, Carl Cox o Armin van Buuren fueron parte de esta increíble propuesta musical.
Entre Manchester y Liverpool, se encuentra la tradicional locación del festival que cada año hasta 2019, albergaba a 80.000 personas. Las entradas se agotaron demasiado rápido previo al jueves 26 de agosto en que comenzó las presentaciones y duró hasta el lunes 30 de agosto. Además, el festival lanzó la campaña #ravesafe que tenía como objetivo evitar el consumo de drogas y alcohol durante el evento. Un evento que fue catalogádo como «la fiesta del verano europeo». Y vaya que lo fue.
Sin embargo, no todo fue color de rosa, ya que miles de tiendas fueron abandonados por los espectadores. Y claro, no sólo ocurrió en Creamfileds sino también en Leeds, Reading y Boardmasters. Acompañados de un montón de basura lo que como siempre, complicó la limpieza además de que a nivel ambiental, fue perjudicial.
Esperamos que en próximas ediciones los festivales del mundo lancen campañas previas para el cuidado de los ambientes en donde estos se llevan a cabo. La música es una de las pocas cosas que nos pueden unir a todos, con el respeto por el ambiente y el otro, este se disfruta mucho más.